jueves, 25 de agosto de 2016

Ya en el DF (Parte 3)

Si he de decir que no tengo mucho tiempo de escribir este diario de viaje, estaba con más gente y prefería estar más  a la conversación y con la gente, que escribiendo el día a día. Cuando ya llegue a España incluiré fotos para que las descripciones se entiendan mejor.

Por la mañana nos fuimos a las trajineras de Xochimilco, muy tradicionales y muy adornadas de colores muy llamativos, pudiendo haber cerca de 300, son embarcaciones alargadas con techo y con una mesa a lo largo de la trajinera con sillas, la gente se lleva su comida y su bebida para para pasar allí todo el día, el paseo fue bastante agradable e incluso desayunamos en la trajinera.

Después del paseo, nos fuimos a la ciudad antigua de Teotihucan, había sido una ciudad con muchísimos habitantes, siendo una de las mayores ciudades más grandes de la época, la verdad que es una zona muy recomendable donde ir y visitar, yo me quede quede asombrado con las hermosas construcciones y por el misterio que guardan los muros de la Pirámide del Sol, en la Pirámide de la Luna, El Templo de Quetzalpápalotl, la Calzada de los Muertos y las edificaciones que los rodean. Sus casi cuatro kilómetros de largo son el principal acceso para todos los templos de la zona arqueológica. Me quede asombrado con lo que habían hecho en aquella época. Subir a la Pirámide del Sol costaba! Costaba subirla a pesar de los escalones porque tenía mucha inclinación, al principio la subimos rápido, pero en el primer descansillo que vimos, descansamos unos instantes porque te ibas quedando sin aire, ya una vez arriba del todo las vistas eran preciosas, eso sí, no me atreví a subir a la de la Luna porque no iba a ver más que en la del Sol y ya había tenido bastante. Nada más terminar de ver Teotihucan se puso a llover, casi todas las tardes fueron así, empezaba con un día soleado pero luego se iba estropeando el día.

Al regresar al DF fuimos al centro, tenía muchas ganas de ver el Zócalo del DF, pero entre la lluvia y unas carpas enormes que había en todo el centro, me impidieron disfrutar y apreciar mejor una de las zonas que más ganas tenía de ver y que solo había visto en fotos, seguimos andando por la zona peatonal del centro, y era increíble la de gente que iba por ahí caminando a pesar de que llovía un poco, se podía caminar bien pero con cuidado. Me habían metido cierto miedo en el cuerpo con lo de los robos pero tuve el placer de no tener esa experiencia. No pude ver mucho del centro, ya se había hecho de noche y llovía bastante. 

Al día siguiente nos dirigíamos a ver los Prismas Basálticos de Santa María Regla, eran muy parecidos a los que había visto meses antes en Irlanda del Norte, en la calzada de los Gigantes. Sorprende como la naturaleza llega a crear ciertos paisajes, sobre todo la forma de esas rocas, siendo prismas casi perfectos perfectos, he de decir que los dos son muy bonitos y recomendables para irlos a visitar. El de Irlanda pegado al mar y el otro en mitad de una colina. Después de visitar los prismas fuimos a la Hacienda de Santa María Regla, una construcción del Siglo XVIII que se encuentra a pocos metros de los Prismas, donde han rodado muchas películas nacionales e internacionales como El Zorro, y tiene arquitectura española.

A la noche fuimos a hacer una ruta por Coyoacán que nos contaban historias y leyendas de la Ciudad de México pasando por La Malinche, Hernán Cortés, Frida Kalo y leyendas callejeras de esa zona.

En el siguiente día nos fuimos a Valle del Bravo un pueblo muy típico y pequeño, donde hacían muchas actividades como parapente y navegar en velero pero el tiempo nos lo impidió, pero su pudimos hacer la ruta del velo de novia, unas cascadas muy grandes pero no las disfrutamos mucho por la lluvia. 

Ya en mi último día en México fuimos a ver el castillo de Chapultepec, que a su vez era museo, contenía mucha historia de un México más moderno, contando con piezas únicas de los siglos  XVII, XVIII y XIX siendo residencia de Maximiliano de Habsburgo. Seguimos dando una vuelta por la zona de Polanco, una zona donde se veía que era de gente adinerada y con buenos restaurantes. Llegamos hasta el Angel de la Independencia que se veia desde el Castillo de Chapultepec y que es uno de monumentos simbólicos del DF

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