martes, 23 de diciembre de 2014

Un poco de ti, un poco de mi


Me sigue sorprendiendo la gente! Me sorprende como hay veces que dando un poco de ti, a otros les parece algo muy grande. A mi no me importa ayudar, estar ahí, hacer algo por los demás, siempre a unos más que a otros, pero no tengo ese egoísmo de sí yo te doy tu que me das, o mira lo que he hecho esperando algo a cambio.

Me gusta saber que ayudando haces sentir bien a la otra persona, que le estas haciendo las cosas más fáciles, con sólo un poco de tu tiempo.

Lo hago porque me sale, y no me importa, no a todos ayudas por igual, hay gente que te importa más que otra, gente a la que ayudas con más ganas.Me ha encantado ayudar a gente que tengo he tenido cerca, a mi lado y a mi familia

Aún así y sabiendo lo que he podido hacer por esa gente, siento un levé pesar de no poder haber ayudado a todo el mundo, hay gente a la que por más que te gustaría, no se deja ayudar, o no la puedes ayudar porque su situación es muy difícil.

Cual es la recompensa para mi de todo eso? A veces con un simple detalle, un simple gracias y ver la felicidad o el bienestar que has conseguido darle a esa persona, para mi es alegría y tmb me da parte de esa felicidad.

He aprendido que con un poco de ti puedes hacer mucho por otros. Me reconforta saber que he hecho algo que le ha válido mucho a alguien. Graxias a todos por estar ahí

jueves, 11 de diciembre de 2014

Nueva Entrada

     Hoy es de las pocas veces que me pongo delante del ordenador para poder escribir. Hacia tiempo que no publicaba nada y me ha gustado saber que la gente se sigue metiendo para saber si he publicado algo sin haberlo puesto en el Facebook, 200 visitas! no esta nada mal, eso también anima para poder seguir escribiendo, mis sensaciones, mis ocurrencias, todo lo que se me pasa por la cabeza o cosas que veo interesantes y me apetece compartirlas con la gente.
 
   Hablando de sensaciones y ocurrencias...

     A mi no me no hace falta sentir para escribir, no hace falta vivir para describir, al menos para mi es fácil, meterme en una situacion de una película, en un momento que veo, una serie que acabo de ver, un libro que acabo de leer, para empezar a imaginar y empezar a pensar y dejarme llevar por mi imaginación y simplemente... escribir

     El hecho de que escriba un momento, o algo romántico, no entiendo porque mucha gente piensa que se lo escribo a alguien! yo cuando leo una poesia, un cuento o veo una peli, no pienso en... eso lo habrá vivido el autor? pienso en la esencia no en que o en por quien. Mi imaginación va mas a ella de tener que vivir o que me pase algo para poder contarlo.

    Para algunos puede ser difícil pero para mi es tan fácil como ponerme a imaginar, y pueden ser en tantas cosas, que la gente cree que necesito pasar por ese momento para hacerlo. Espero que Carlos Ruiz Zafon, un autor al cual admiro por sus libros, o como otros millones de autores de libros o de dialogos para películas, no tengan que haber vivido ciertas escenas o sentir en sus carnes los que pasa en muchas de sus obras.

    Por eso, mi recomendación es dejarse llevar por la lectura, si quieres piensa que te pasa a ti, o que te gustaría que contigo fuera así, pero no pienses en porque o para quien lo escribo, porque muchas veces por no decir la mayoria, son producto de mi imaginación

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Hay más peces en el Mar

Peces en el mar

Se pasa mal,
Y no es un buen momento para pensar
las cosas no han salido como cabías de esperar
en algunos casos sí deberías de intentarlo arreglar
pero sí llevas poco o no se puede solucionar...
no te obceques más con esa mina
Te puedes fijar en otras más
no será la misma ni será igual
puede ser parecida o similar 
Podrá empeorar o mejorar
pero... Siempre hay y habrá

Más Peces en el Mar

martes, 28 de octubre de 2014

Citas

Las citas son una manera de repetir erróneamente las palabras de otro. (Ambrose Gwinett Bierce)
Odio las citas, dígame algo que sepa usted. (Ralph Waldo Emerson)
Ninguna cosa que se pueda decir es tan absurda que algún filósofo no lo haya dicho anteriormente. (Cicerón)
La habilidad de citar es un substituto de la inteligencia. (W. Somerset Maughan)
Es bueno para los hombres sin educación leer libros de citas. (Winston Churchill)

Es un post que leí y que me gusto, las citas son como los refranes, siempre hay para todo momento y cualquier circunstancia, unas veces para mandar mensajes a los demás, otras para intentar saciar nuestra curiosidad de cosas que intuíamos pero no sabíamos, y otras para decir con palabras más correctas, cultas o sensatas lo que pensamos y no se nos ocurren las palabras exactas para poder describirlo de la misma manera. .

En todo caso, siempre hay una cita para cualquier momento! Pero lo importante es entenderlo bien

jueves, 16 de octubre de 2014

Di mi nombre: ¿Por qué me acuerdo de tu cara, pero no de tu nombre?

http://m.xatakaciencia.com/psicologia/di-mi-nombre-por-que-me-acuerdo-de-tu-cara-pero-no-de-tu-nombre

No sé si estaréis de acuerdo conmigo en que uno de los momentos más molones de la serie de televisión Breaking Bad es el que el apocado Walter White exige a un narcotraficante que diga su nombre en voz alta. "Di mi nombre". A lo que el narcotraficante tiene que responder Heisenberg, que no es el nombre de White, sino su pseudónimo, su alter ego, la invocación de la bestia.
Y es que nuestro nombre no solo nos desgina, también nos define y delimita hasta límite psicológicos insospechados. Con todo, he de confesaros que mi memoria para el nombre de los demás es pésima. Ignoro si la razón es que casi todo el mundo se llama igual (apenas hay treinta o cuarenta nombres distintos a mi alrededor), o si tengo problemas de memoria. Pero sólo consigo acordarme de la gente si le pongo un apelativo. Bueno, quizá no sea tan raro como yo creía, al menos si echamos un vistazo a un estudio de la década de 1970 del famoso psicólogo Harry Bahrick.

Tu cara es tu DNI

Lo que el estudio de Bahrick sugería es que nuestra cara es más nuestro DNI o documento de identificación que nuestro nombre, al menos a efectos de memoria de los demás. Para demostrarlo, solicitaron a cientos de personas que habían sido estudiantes de secundaria que revisaran sus anuarios y trataran de recordar las caras de sus compañeros de clase. El recuerdo de las caras se reveló como casi perfecto: 25 años después de haber ido a clase, pudieron reconocer el 75 % de las caras.
Sin embargo, a la hora de recordar los nombres de sus ex compañeros de clase, entonces sólo se pudieron recordar el 18 % de los nombres.
La razón de esta disparidad reside en que nuestra memoria a largo plazo es fundamentalmente semántica, de modo que debemos recordar más el significado, no los detalles superficiales. Por ejemplo, si ahora tuviérais que dibujar lo que aparece en un céntimo de euro común, a pesar de haber bregado con él en numerosas ocasiones, probablemente no acertaríais con suficiente precisión. De hecho, este experimento ya se hizo con peniques americanos con resultados decepcionantes por parte deRaymond Nickerson y Marilyn Adams, y con los peniques inglesestodavía fue mucho más decepcionante.
Además, según un reciente estudiode la Universidad de California en Berkeley publicado en la revistaNature Communications, nuestras caras parecen haber evolucionado para ser únicas e inconfundibles. Tras analizar miles de caras, los investigadores encontraron que los rasgos faciales son mucho más variables que los corporales, tal y como apunta Michael Joseph Sheehan, autor principal del trabajo:
Muchas otras especies utilizan las caras para el reconocimiento individual. Este tipo de identificación está presente en muchos primates e incluso se ha demostrado su papel en algunas avispas. Otras especies sin variaciones en sus caras pueden utilizar otros rasgos tales como vocalizaciones o marcas olfativas para el reconocimiento. Sin embargo, no hay evidencias de que este tipo de rasgos también sean seleccionados para ser más diferentes entre sí.

Los nombres importan poco

A pesar de que nuestra actitud egocéntrica nos empuje a firmar cualquier cosa que hagamos con nuestro nombre, nos encante ver nuestro nombre en la prensa o nos seduzca que digan en voz alta nuestro nombre, los nombres de las personas son como los peniques o los céntimos de euro: no significan lo suficiente como para ser recordados. Para demostrarlo, se llevó a cabo un experimento en el que invitaban a voluntarios a estudiar biografías de personas falsas.
Tras analizar qué recordaban los voluntarios acerca de los biografiados, resultó que los trabajos se recordaron el 69 % de las veces, sus pasatiempos en un 68 %, las ciudades natales (62 %)... los nombres de pila (31 %) y los nombres con apellidos (30 %). Es decir, que para los voluntarios era más sencillo recordar dónde había nacido el biografiado, o incluso a qué se dedicaba, que recordar su nombre de pila. El premio Pulitzer y docente de Harvard Joseph Hallinan trata de interpretar estos resultados en su libro Las trampas de la mente:
 Los investigadores no están seguros. Pero la mayor sugerencia es que los nombres, en sí mismos, no significan demasiado; son simplemente etiquetas arbitrarias. Jim o Tim, Anne o Fran, no hay un significado intrínseco en ninguno de esos nombres, al menos no para la mayoría de nosotros. Los trabajos, los pasatiempos y los lugares, por otra parte, a menudo son "semánticamente más ricos", significan algo. Quizá usted haya estado en Bristol, por ejemplo, o haya fantaseado con ser fotógrafo. Si es así, esas cualidades tenderán a quedar en su memoria, tienen significado. Pero los nombres no lo tienen.
Efectivamente, esta aclaración deHallinan concuerda con mi forma de referirme a muchos actores de cine cuyos nombres no me vienen a la cabeza en mitad de una conversación: sí, me refiero a ese tío calvo que estuvo casado con unastripper y que se parece un poco al vecino del quinto primera; el que hizo una película donde moría y resucitaba en tres ocasiones. (No os devanéis los sesos, el ejemplo me lo acabo de inventar).

Todos se llaman como yo

Este problema de no dar con el nombre de alguien no solo atañe a actores, sino a personas en general, incluso a allegados. Un problema que, gracias a Internet y particularmente a las redes sociales, se han multiplicado por mil. James Gleick abunda en ello en su libro La información:
En el estudio de la onomástica hay un axioma que afirma que el incremento de las unidades sociales da lugar al incremento de los sistemas de nombres. Para vivir en una tribu o en una aldea, un solo nombre, Albin o Ava, bastaba; pero las tribus dieron lugar a clanes, las ciudades a naciones, y la gente tuvo que perfeccionar el sistema: se crearon apodos y patronímicos, nombres basados en la geografía o en la ocupación del individuo. Unas sociedades más complejas exigen unos nombres más complejos. Internet representa no solo una nueva oportunidad de luchar por los nombres, sino un salto de escala que da pie a una fase de transición.
Cuando busco mi propio nombre en las redes sociales, por ejemplo, veo que muchos más que se llaman como yo, Sergio Parra, e incluso Sergio Parra Castillo. Ya me he visto en la tesitura de que muchos me han confundido con otros llamados como yo. De hecho, alguna vez he pensado en citarme endogámicamente con todos los Sergio Parra que hay en España. Según un informe de la ONU, el nombre más frecuente en el mundo es Mohammed. Y el apellido, Li. Estamos hablando de miles de personas llamadas de la misma forma.
Visto así, casi debemos sentirnos afortunados de que no nos acordemos tanto del nombre de los demás, como si ésta fuera su etiqueta, como a qué se dedica, dónde vive o cuáles son sus pasatiempos.

jueves, 9 de octubre de 2014

Miedo Buscado

Sentir esa sensación... que es real y no una película de ficción, sin saber lo que puede llegar a pasar, dejándote llevar, estás en ese ambiente en el que una película, nunca conseguirá hacerte llegar ni mucho menos hacerte sentir. Estas ahí! Lo estas viviendo, con los sentidos en alerta, cualquier sonido cruzado con nuestro ruido, hace que puede ser cualquier cosa como para empezar a correr, sólo hay una luz, la linterna intentando iluminar cualquier rincón, señalando  un camino por donde vas a pisar, con las paredes llenas de grafitis y descorchones, esos escombros por el suelo donde antes han pisado miles de curiosos, este techo bajo el cual estuvieron tipos como esos.

 Hay un momento en el q tienes escalofríos, te pones en su piel y no quieres seguir pensando, ves escritos, experiencias y hasta a veces chorradas, pero lo que no vimos fueron sus marcas en las paredes, da pena encontrarte el sitio así de mal, en el que apenas quedan cosas en pie, restos de lo que fue en el pasado. Hubo un momento en el que nos quedamos asombrados al ver un dibujo tenebroso en el suelo y más que nunca quisimos no encontrarnos con nadie en ese momento.

Tal vez escuchábamos ruidos donde no los había, incluso en el que pasaba un coche, apagábamos las linternas intentando escuchar el más mínimo ruido, pero sólo se oía nuestra respiración, esperando a oír algo, y esperando a que no pasara nada en ese momento que las linternas estaban apagadas, se hacía eterno ese instante pero mejor eso que no ser descubiertos. Incluso a veces daban ganas de salir corriendo, verdad Platón?

La sensación puede parecer extraña pero una vez que sales, te quedas con la cosa de no haber pasado tanto miedo en ese sitio abandonado, pero sí sentir que algo has logrado y has vencido a esos miedos infundidos

jueves, 2 de octubre de 2014

Ideas Para Motivar y Contagiar Optimismo

http://www.ampliatusoportunidades.com/2012/03/27/10-ideas-para-motivar-a-otros-y-contagiar-optimismo/


10 Ideas para motivar a otros y contagiar optimismo

by JUAN CARLOS JIMÉNEZ on 27/03/2012
Con frecuencia queremos ayudar a un amigo o familiar, dándole ánimo frente a una adversidad, pero no siempre es sencillo. A veces transmitir optimismo o tratar de contagiarlo puede ser visto como una fantasía de quienes no tienen bien puestos los pies en la tierra. “Demasiado positivismo”, lo califican algunos.
No obstante, compartir el optimismo e inspirar a otros tiene un gran beneficio: cuando motivas a otras personas cultivas tu propia motivación. Cuando le haces agradable la vida a otras personas, haces inspiradora tu propia vida: es el modo más seguro de motivación.
Buscar influir positivamente en familiares, amigos o compañeros de trabajo es siempre un acto motivador en sí mismo. Te obliga (en el mejor sentido de la palabra), a que refresques tus propios motivos para buscar bienestar y felicidad.
Con esto en mente, te propongo estas 10 ideas para entusiasmar a otras personas y contagiarles optimismo, o para recargar con energía positiva tu propio tanque emocional:
1. La motivación es una consecuencia de tener claras las metas y las prioridades. Por lo tanto, para motivar a otros o a uno mismo hay que comenzar por precisar o refrescar esas metas. En la práctica no es tan fácil si no se tiene el hábito de establecer metas en el mediano y largo plazo. Si uno no sabe bien hacia dónde va, ningún viento resultará favorable.
2. Piensa en el optimismo como un músculo que se puede entrenar, desarrollar y fortalecer. No funciona como una inyección y no se trata de un estado de ánimo permanente, o de una visión superficial o voluntarista de las dificultades. Es más bien un acto racional de autoconocimiento, que tiene especial valor cuando enfrentamos obstáculos. Al refrescar o actualizar las metas, el músculo de la motivación responde más rápido y mejor.
3. Cuando escuchas a alguien de manera muy atenta y sincera, esa persona se siente valorada y apreciada. Esto es fundamental para su autoestima yconfianza en sí mismo. Se llama escucha empática cuando uno logra ponerse de verdad-verdad en el lugar del otro, y es un pilar clave para la motivación.
4. Tienes más posibilidades de contagiar optimismo frente a situaciones específicas. Cuando planteas razones generales para motivar a alguien, es difícil que esa persona las vea relacionadas con su situación personal. Por esta misma razón, generalizar y comparar problemas particulares con los males de otros, motiva mucho menos de lo que se piensa.
5. Por supuesto, los gestos son fundamentales, pero el lenguaje es la plataforma principal para transmitir optimismo a otras personas. Por ejemplo, es más fácil que se motiven a levantarse y persistir, hablándoles de las oportunidades del presente y del futuro que de los errores o fracasos del pasado.
6. A veces se puede motivar a muchas personas a la vez, sobre todo si previamente se ha cultivado mucha confianza con ellas. Es una de las virtudes del liderazgo. Pero para llegar hasta ahí, es indispensable ocuparse del proceso individual de la motivación, trabajando con cada uno que se desea influir.
7. Las pequeñas acciones son muy poderosas a la hora de necesitar grandes cambios de actitud en cuanto a motivación y optimismo. En este sentido, halagar las virtudes y fortalezas de las personas produce gran satisfacción y entusiasmo.
8. A menudo nos desanima recordar y pensar en una situación triste, adversa, compleja o irreversible, más que la situación misma. Así que podemos salir de ese estado emocional cultivando el buen sentido del humor, con actividades que nos hagan pensar y sentir lo contrario, como una película, un libro, una canción, o dejando que los amigos nos cuenten historias gratas y divertidas.
9. Una gran fuente de motivación surge cuando aprendemos a convivir pacíficamente con los errores y las imperfecciones. Esta visión de las fallas nos proporciona el optimismo necesario para no abatirnos o cargarnos con demasiado negativismo. Ser un permanente aprendiz nos entrena para asimilar los errores con otros paradigmas.
10. Reorientar la reflexión puede ser un gran punto de partida para el optimismo. En vez de cuestionarnos sobre las razones que originaron el desasosiego, podemos invertir más tiempo en preguntarnos qué podemos hacer hoy, pensando hacia adelante y reconociendo aquello que está a nuestro alcance realizar. Es un excelente motivo para recordar y conectarnos con los buenos momentos de logros y con nuestras fortalezas.
¿Qué te parecen estas recomendaciones para contagiar optimismo y brindar motivación a las personas que son importantes en tu vida?
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Si te ha gustado esta reflexión, anímate a dejar un comentario más abajo…

jueves, 25 de septiembre de 2014

Idonealidad

Sino había momentos para sonreír tu me dabas motivos para sentir. Cuando había q llorar tu me hacías sonrojar, tu valiosa compañía siempre me servía, para ver mejor los peores momentos de los acontecimientos que nos avenían. Me hacías saber que era importante y que me quería la gente.
Aunque el cielo estuviera nublado contigo a tu lado se hacían soleados, no había tormenta, viento o marea que a nosotros nos detuviera. Hacías mis días felices, mis horas cortas, los minutos largos y los segundos increíbles. Ese momento especial, con esa bondad y humildad, hacia q no hiciera falta hablar. Con tu compañía que me permitía vivir a más cada día.
Cada uno de tus besos, caricias, miradas bonitas, me hacían estar más cerca tuya, sin sentirme perdido ni estar en el olvido. Que valgo bastante sin saberlo y tu cada día más con tus consejos.

Que bonita sensación, que llega hasta el corazón, pero no se asoma, que esta lejos y no cerca.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Por qué nos gusta mucho más la música de nuestra adolescencia que la que conocemos más viejos

http://www.xataka.com/musica/por-que-nos-gusta-mucho-mas-la-musica-de-nuestra-adolescencia-que-la-que-conocemos-mas-viejos

La nostalgia, la "tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida" definida por la Real Academia Española, domina la música. En general, nos domina a todos los niveles. Cualquier tiempo pasado fue mejor torna en verdad universal cuando se habla de determinados grupos o cuando a un nivel personal optamos por escoger las mejores piezas de nuestra juventud para elaborar un relato impecable. Los festivales optan por acudir a las viejas glorias que aún tienen un amplio recorrido y base de seguidores. Los medios hablan largo y tendido de discos del pasado. Las conversaciones en el día a día se centran en cuestiones lejanas y no en el presente. La nostalgia, el anhelo del ayer, melancolía del pasado, nos controla. ¿Por qué?
La música Pop, en un viaje definido por la constante búsqueda de sus propias raíces y la efervescencia juvenil, siempre se ha buscado a sí misma en el ayer. Desde la irrupción del Blues a mediados del siglo XX hasta las constantes imitaciones de géneros pasados del siglo XXI, pasando por el Punk, el Glam Rock o el Grunge, hablar de música implica hablar de emociones que siempre encuentran referentes anclados en la memoria. Bajo dicha tendencia, presente a nivel artístico, subyace un impulso irrefrenable personal y emocional: nuestra tendencia natural a edulcorar la música (pero también el cine, la literatura, los programas infantiles, los deportes, la ropa) que disfrutamos en la juventud de cada uno, en la adolescencia. Allí nos formamos, y esa es nuestra cárcel.


No es nostalgia, es química en tu cerebro
¿Cómo se construye? En nuestro cerebro. Diversos estudios científicos han demostrado que escuchar música libera diversas reacciones químicas en nuestro cerebro. Dopamina, serotonina, oxitocina, sustancias que también se liberan cuando probamos un alimento que nos agrada en especial, cuando vemos una película que nos toca la fibra sensible, cuando volvemos a hablar con una vieja amiga de la que hace mucho tiempo que no sabemos nada, etcétera. El proceso es común a todos nosotros y no hay nada que podamos hacer para escapar de él. Es inútil resistirse: la música está específicamente creada para que le añadamos memorias, recuerdos, sentimientos del pasado y emociones por venir. Si le arrancáramos todo eso probablemente sería inútil.

La parte divertida, la que enlaza nostalgia y música, viene ahora: la adolescencia es el momento en el que la liberación de estas sustancias químicas, ante reacciones o estímulos externos, es mayor. Nuestro crecimiento hormonal entre los 12 y 21 años es extraordinariamente rápido en proporción a los otros años de nuestra vida. Además, nuestra identidad se forja a partir de entonces.
La adolescencia uno de los momentos más importantes de nuestras vidas porque nuestra identidad se forja a partir de entonces. Y la música casi siempre está ahí, directa o indirectamente.

Como explican en Slate, crecer durante la adolescencia implica muchas decisiones, conscientes o no, que nos moldearán cuando seamos jóvenes y adultos. Filiaciones políticas, gustos, modelos de pensamiento. Es cierto que muchas de estas cuestiones se evaporan más tarde en el tiempo, pero también lo es que muchas otras perviven. Se trata de uno de los momentos más importantes de nuestras vidas. Y la música casi siempre está ahí, directa o indirectamente.
¿Y cuál es el resultado? Según David Levine, autor de This Is Your Brain on Music: The Science of a Human Obsession, que nuestras canciones adolescentes son Nuestras Canciones. La nostalgia, por tanto no es una mera imposición cultural o una tendencia de la industria, se asienta de forma indiscutible en lo más profundo de nuestro cerebro, y a partir de ahí es imposible resistirse a ella. Aquella canción escuchada por primera vez cuando estabas conociendo al que posteriormente sería tu novio, o aquella primera chica a la que conociste en una playa del mediterráneo, con apenas quince años, mientras hablabais de ese grupo que tanto os gustaba de jóvenes, son los primeros pasos en una vida autónoma. Son momentos muy importantes.

Volver a escuchar esas canciones, grupos o discos se transforma, por tanto, en un poderoso ejercicio de visión retrospectiva. Para algunos puede llegar a ser, literalmente, volver allí. Al igual que el olor del plato favorito que siempre cocinaba tu madre los domingos, el disco de Estopa que marcó los primeros años de tu adolescencia lo guardas ahora en un especial rincón de tu memoria. Ya no es lo que era, cierto, pero siempre lo defenderás a muerte. Oh, aquel verano en el que mis padres me llevaron por todo el norte peninsular, en coche, con un recopilatorio de las mejores canciones de The Beatles. ¿Qué tiempos aquellos, eh? Es igual que ya sean pasto de las cenizas de un tiempo que no volverá, quedó congelado en 'Ticket to Ride'.

Viajes en el tiempo a través de las canciones
El fenómeno es universal. Tanto, que hay quien se ha aventurado a crear The Nostalgia Machine, la máquina de la nostalgia que de forma rápida y certera te acerca a los mejores éxitos del año que a ti te apetezca. ¿Tu primer gol con el equipo del instituto lo marcaste, digamos, en 1993? Pues aquí tienes un puñado de canciones que quizá te lleven de nuevo hasta esa pista de hormigón con baches por todas partes: 'I Will Always Love You', 'Can't Help Falling in Love', 'Nuthin' but a 'G' Thang' o 'Ordinary World', de Duran Duran, que, paradójicamente, cantaba sobre no llorar el ayer. Quizá viendo las canciones que eran populares en 1993 sí entren ganas de llorar.

Sin embargo, caben peros a esta teoría, que antepone la adolescencia a toda experiencia vital posterior. Seguro que más de uno sois capaces de identificar un montón de canciones posteriores a vuestros años teen que os marcaron a fuego hasta el presente. En mi caso, por ejemplo, pesan más las canciones de los late teen years que de la adolescencia propiamente dicha.

¿La diferencia? Reside únicamente en el impacto emocional que cada uno haya podido sufrir, más joven o más viejo. Parece claro, no obstante, que existe un patrón entre todos nosotros: las canciones de nuestra juventud, sea ésta cuando quiera ser, impulsan cierta pulsión nostálgica, que camina entre la melancolía deslavazada y la apología de lo pasado, que ninguna canción posterior, presente o futura es capaz de crear.

Desde un punto de vista psicológico también se puede explicar. Lo que realmente echamos de menos, como algunos estudios han puesto de manifiesto, no sería un hecho concreto, un día, un acto, como los que hemos enumerado más arriba, y sí una época, un sentimiento. Puede que al escuchar cierta canción no estemos pensando en los examenes de febrero, o en los examenes de segunda convocatoria de septiembre, y sí en los cuatro o cinco años en los que nos movimos entre las bambalinas de la Universidad.
O que tampoco echemos de menos aquella estúpida forma de beber con los amigos, y sí aquellos días de aparente libertad absoluta en los que aún bebíamos en parques. La sensación frente al hecho, de lo concreto a lo general. "El milagro de la memoria", o cómo podemos recordar una canción que no hemos escuchado en años y no somos capaces de pensar qué cenamos hace dos noches.

Quizá por aquí podamos explicar la tendencia aburridísima del fan de Rock medio a denostar toda música del presente y edulcorar el pasado de forma exagerada, poniendo en contraposición cualquier grupo de este mismo año a Led Zeppelin, The Rolling Stones o The Police. ¿Deberíamos culparles por ser esclavos de su propias emociones? Puede que no, pero desde luego hay quien está sacando rédito de todo ello. Cómo entender si no que The Kinks en los ochenta, con unas dos décadas de producción a sus espaldas, parecieran dinosaurios, y que U2 aún hoy continúen publicando discos y llenando estadios, con gran expectación de crítica mainstream y público, más de treinta años después de haberse formado como grupo. La industria ha sabido sacar partido de la nostalgia de la generación que hoy se puede permitir pagar entradas por encima de sesenta euros.

A los artistas también les pasa
Nostalgia y música son términos que van de la mano. Desde lo psicológico, lo neurológico, hasta lo puramente compositivo. Hay muchos géneros que hoy en día viven en un permanente estado de melancolía por el ayer, transmitiendo sus visiones del pasado a sus jóvenes seguidores. Los grupos Shoegaze, aquel género que sublimó en los noventa el feedback, el delay y los muros de ruido, no hacen mucho más que repetir lo que ya se creó en su momento.
Lo mismo se puede decir del Indie Rock, en un bucle del que no parece saber salir. Antes de que los géneros, por pura nostalgia, se repitieran a sí mismo hasta el infinito habían surgido muchos otros que parecían en un permanente estado de lamento por la edad juvenil perdida. De entre todos ellos cabe mencionar el Indie Pop, y aquel laconismo por la adolescencia, triste, adolescencia perdida por veinteañeros y treintañeros que se deleitaban en la ingenuidad de lo inocente y puro.

Al final, de poco podemos culparles cuando nosotros mismos caemos, por tiranía del cerebro, en los mismos defectos. La música es resultado de lo que somos y lo que somos, al parecer, es un montón de sustancias químicas afectando a los diferentes espacios de nuestra cabeza. En esa nostalgia se ha movido siempre la música Pop y nos movemos nosotros. Quizá, aún siendo conscientes de todo esto, no podamos evitar, en unos cuantos años, hablar mal de la música del ahora y ensalzar todos aquellos grupos que nos acompañaron en los difíciles años que fueron desde la infancia hasta la juventud. Realmente no podremos evitarlo: estaremos, biológicamente, destinados a ello.

martes, 16 de septiembre de 2014

Notas olvidadas

Eres de esas personas que me gustaría tener a mi lado toda mi vida porque tu eres la que me alegra día a día, la que me hace estar alegre cuando estoy triste y...cambia mi ánimo en cualquier momento 

No me di cuenta de lo que me dijeron tus ojos, lo que callaron tus labios, esas llamadas nunca realizadas, tus caricias imaginadas sobre mi nuca dadas, tu sonrisa para otros, esos besos soñados pero nunca tocados. No supe darme cuenta de que no me querías como yo te quería a ti, te darías a otros como yo me daría a ti, pero no te das cuenta que el resultado es igual para los dos, muchas ganas pero toda la desilusión al final 

Quién busque el infinito que cierre los ojos.. Y empiece a soñar con las olas y el mar, con un tiempo perfecto y un futuro ideal, dejándose llevar por el momento de la marea y el viento de la realidad, de aquí para allá pero queriendo ir donde deseas llegar 

Hay algo peor que un dejavu que no querer vivirlo???

Sentir esa complicidad eso que no consigo sentir con otra persona, sentir que contigo puedo ser como soy sin ocultar nada de lo que soy ni de lo que doy 

Porque me parece verte en cada melena descubierta en una espalda vuelta y en la mirada de otras, será que ansío tanto verte que espero que estés detrás de ese cuerpo? Darme una sorpresa y saber que estas ahí sin saber que ibas a estar 

Lo mejor de mi día eres tu 

jueves, 11 de septiembre de 2014

Soy Feliz

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-01-26/diez-maneras-de-ser-muy-feliz-avaladas-por-los-cientificos_80292/


La práctica totalidad de las ciencias ha estudiado qué nos hace felices y qué no y las respuestas son tan variadas como investigaciones se han hecho sobre el tema. El periodista Jeff Haden ha recogido algunas de las principales actitudes que contribuyen a nuestra felicidad, basándose en las observaciones de Belle Beth Cooper. Estas son, entre otras, diez de las conclusiones más sólidas.
1. Haz ejercicio. Aunque sea durante 7 minutos.
Con frecuencia pensamos que no tenemos tiempo para hacer ejercicio, perosólo siete minutos son suficientes para hacernos un poco más felices. ¿No tenemos siete minutos que extraer de nuestro apretado horario?
El ejercicio tiene un efecto tan profundo en nuestra felicidad y en nuestro bienestar que se ha convertido en una estrategia eficaz para combatir la depresión. Así lo probaba un estudio citado en el libro de Shawn Achor The Happiness Advantage. En él tres grupos de pacientes deprimidos fueron tratados con medicación, con deporte o con una combinación de ambos. Los resultados son verdaderamente sorprendentes: todos los grupos experimentaron una mejoría. Sin embargo, fueron testados seis meses después para comprobar si se habían producido recaídas. Un 38% de los que sólo habían tomado medicación había retomado la depresión, un 31% de los que habían combinado medicación y ejercicio había recaído igualmente, y sólo un 9% de los que habían paliado su depresión con el deporte había recaído a los seis meses.
Los beneficios del deporte, sin embargo, no se limitan a las personas deprimidas. Igual que sus efectos son positivos en éstas, lo son en cualquiera que haga ejercicio y desee ser un poco más feliz a lo largo del día. Una buena opción es practicar running, lo que te dará una libertad que es imposible alcanzar mediante otros deportes.
2. Duerme más: serás menos susceptible ante las emociones negativas
Dormir es muy importante para que el cuerpo se recupere de su actividad diaria, y tiene efectos muy positivos en nuestra alegría. Así lo confirman Po Bronson y Ashley Merryman en NurtureShockdonde aluden al hecho de que los estímulos negativos se procesan en la amígdala y los positivos y los neutrales en el hipocampo. La falta de sueño afecta con mayor intensidad al hipocampo, por lo que las personas que duermen mal tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los eventos negativos y a olvidar los positivos.
La afirmación se sustenta con un experimento realizado por Walker en el que una serie de universitarios privados de sueño debían memorizar una lista de palabras. Recordaban el 81% de las palabras negativas, como cáncer, y sólo el 31% de las palabras positivas o neutras, como sol baloncesto.
Aquí te ofrecemos una guía para dormir bien con las mejores (y las peores) posturas para conciliar el sueño.
El humor con que afrontamos las primeras horas del día puede condicionar la jornada completa, de modo que es importante descansar bien.
3. Pasa más tiempo con los amigos y la familia
Suena tópico, pero no haber pasado el tiempo suficiente con los amigos y la familia es uno de los principales arrepentimientos que expresa la gente antes de morir. Interactuar con aquellos que nos aprecian y a los que apreciamos revierte positivamente en nuestro estado de ánimo. Así lo explica Daniel Gilbert, profesor de psicología de Harvard: "Somos felices cuando tenemos familia y somos felices cuando tenemos amigos, y casi todas las otras cosas que creemos que nos hacen felices son, en realidad, vías para tener más amigos y más familia".
En la misma línea, el estudio Terman, recogido en The Longevity Projectconcluía que las relaciones con los demás son fundamentales para vivir una vida larga y feliz: "El beneficio más claro de las relaciones sociales viene de ayudar a los demás. Aquellos que ayudaban a sus amigos y sus vecinos, aconsejando y cuidando de los demás, tendían a vivir más que el resto".
4. Sal a la calle con frecuencia
En The Happiness Advantage Shawn Achor recomienda pasar tiempo al aire libre para aumentar la alegría y el buen humor: "Reservar tiempo para estar al aire libre cuando hace buen día proporciona grandes ventajas; un estudio reveló que pasar 20 minutos en la calle cuando hace buen tiempo no sólo propicia el buen humor, sino que desencadena la reflexión y mejora la memoria".
Así, aunque sea simplemente en el descanso para comer, reserva unos minutos al día para que te dé el aire.
5. Ayuda a los demás
Para ser felices nosotros mismos resulta imprescindible ayudar a los demás, y 100 horas al año (dos horas a la semana) parece ser el número clave de tiempo que debemos dedicar al resto. El Journal of Happiness Studies publicóuna investigación que aludía al hecho de que la gente a la que se le había encargado comprar algo para otra persona experimentaba una felicidad mucho mayor que aquellos que se habían comprado algo a sí mismos.
Aquí explicamos por qué la felicidad reside más en el dar que en el tener o en mejorar el estatus social y laboral.
6. Sonríe
No se trata de fingir, pero sonreír nos puede hacer sentir mejor. Por supuesto,es importante que la sonrisa sea el producto de cultivar pensamientos positivos, como afirma un estudio de la Michigan State University. Éste sugiere que los que trabajan de cara al público, si fuerzan una sonrisa falsa a lo largo del día su estado de ánimo empeora y terminan por dejar el trabajo. Sin embargo, aquellos que sonríen como resultado de pensar en cosas positivas mejoran su estado de ánimo y están más alegres.
 José Antonio Marina y el doctor Luis Rojas Marcos, dos de los grandes pensadores de España, explican en esta entrevista a El Confidencial que“cuando yo sonrío, expreso mi bienestar, pero también aumento mi bienestar”.
7. Planea un viaje, aunque no vayas a hacerlo
El mero hecho de planear un viaje o un descanso del trabajo puede contribuir al bienestar. Un estudio publicado en el Applied Research in Quality Lifemostraba que el mayor pico de felicidad se experimentaba durante la planificación de las vacaciones, más que durante el propio viaje.
Ello está ligado al sentimiento de anticipación. Como refiere también Shawn Achor, "un estudio reveló que en la gente que pensaba que iba a ver su película favorita se elevaban los niveles de endorfina un 27%".
8. Medita
Un equipo de investigación del Massachusetts General Hospital realizó escáneres cerebrales a 16 personas antes y después de su participación en un curso de meditación de ocho semanas. El estudio, publicado en Psychiatry Research: Neuroimaging, concluía que tras completar el curso las partes del cerebro asociadas con la compasión y la consciencia propia habían crecido, mientras que las partes relacionadas con el estrés se reducían.
Además, meditar suele relajarnos y clarificar nuestra mente, lo que también contribuye a nuestra propia felicidad. Además de aumentar la creatividad y la inteligencia, como defiende el cineasta David Lynch
9. Múdate cerca del trabajo
El tiempo que nos cuesta llegar al lugar del trabajo tiene un gran impacto en nuestra felicidad. Al fin y al cabo, es algo que hacemos dos veces al día, cinco días a la semana, y la gente a la que le lleva mucho tiempo desplazarse o que lo hace de manera incómoda es menos feliz. Así lo dice The Art of Manliness: "Mientras que muchas condiciones no afectan a nuestra felicidad a largo plazo porque nos acostumbramos a ellas, nunca nos acostumbramos al esfuerzo diario de ir al trabajo. A veces el tráfico es espantoso y a veces no". Así lo decía también Gilbert: "Conducir en un atasco es un tipo distinto de infierno cada día".
10. Practica la gratitud
Estar agradecidos por las cosas que tenemos –lo que implica valorarlas en su justa medida– es muy importante para ser conscientes de nuestra felicidad y disfrutarla más. De hecho, los participantes de un experimento ligado a la gratitud debían, en primer lugar, escribir una lista de las cosas por las que estaban agradecidos, y ese simple hecho ya mejoró su estado de ánimo. Siempre de acuerdo con el refranero español, para el que "es de bien nacido ser agradecido".
De la misma manera que podemos invertir dinero en los demás, podemos invertir nuestro tiempo, lo que resulta ser incluso más satisfactorio y nos proporciona grandes dosis de alegría. Aquí te explicamos cómo trabajar la gratitud para ser más felices.

martes, 9 de septiembre de 2014

Adiós viejo amigo

No término de asimilar a la gente que se va, sentir ese vacío que tardará en volverse a llenar, a veces te sientes como una mierda que suele dar igual, vales a unos pocos pero a los demás no importas, se caen las lágrimas de mis ojos enrojecidos pensando en esa persona que no volverá a estar ahí jamás. 

Mi mente se hace débil por mucho que quiera luchar y hacerse fuerte, pero ese recuerdo hace sea difícil poder conseguirlo. Sabes que ese momento de recuerdo, te hace reír y te provoca bienestar, siempre quedara. 

Es difícil de asimilar pero se ha de seguir mirando hacia adelante y luchar, aprovechar esos momentos con esas personas que tal vez no puedas volver a sentir igual. Seguiré siendo fiel A mi forma de pensar, comedido pero aprovechando los momentos que me brinda la vida, viajando riendo conociendo y sobretodo disfrutando. 

Descansa en Paz querido amigo Juan tus gritos jugando siempre nos quedarán 

sábado, 6 de septiembre de 2014

Como crear un nuevo habito

http://financialred.com/sabes-como-crear-un-nuevo-habito/


¿Sabes cómo crear un nuevo hábito?

Una de las cosas más complicadas de hacer, y que empezamos a aprender desde muy pequeños es la de “crear hábitos”. Despertarse a una hora, no comer entre horas, el estudio diario o darse crema en la cara cada mañana. Todas estas acciones se convierten en hábitos cuando las hacemos a diario y casi sin darnos cuenta. Es decir, es algo habitual y lo raro sería no hacerlo. Los hábitos son una buena forma de llevar un equilibrio y un orden en la vida, pues un habito también puede ser, hacer la lista de la compra, o llevar una contabilidad diaria.
Pero esto de los hábitos no es tan fácil. Requiere en algunos casos, mucha fuerza de voluntad, constancia y una serie de actitudes que hay que mantener día a día. El 40% de las acciones que realizamos a diario son hábitos. Algunos los adquirimos sin casi darnos cuenta, y otros nos gustaría adquirirlos. Por ejemplo, el hábito de ir andando al trabajo, o de subir a casa por las escaleras y no en ascensor, comer fruta todos los días, o no dejar el pago de impuestos para el último día. Pero todos podemos adquirir un hábito. A continuación tenemos algunos trucos para hacerlo con más facilidad.
hábito

1. Empezar con calma

La clave para crear un hábito es comenzar poco a poco. Por ejemplo 1 minuto al día, o un día sí y otro no, los días pares, para luego ir aumentando a todos los días. Por ejemplo salir a correr. Empezar un día 10 minutos, al día siguiente 12 minutos, o a los dos días, para así ir habituándonos poco a poco a ello.

2. Incrementar muy poco cada día

Para crear un hábito, es importante ir aumentando cada día, pero de una forma casi imperceptible. Aunque sea un minuto más. Si pasamos de poco a mucho en pocos días, nos acabaremos cansando.

3. Elabora un gráfico de metas /evolución

Es importante ir viendo cada día nuestra evolución, y como vamos llegando poco a poco a nuestra meta. Esto supondrá una motivación extra para seguir haciéndolo y para confiar en que podemos llegar a crear un  hábito.

4. No fallar más de 1 día

Si un día no repetimos esa acción que queremos convertir en hábito, es importante no hacer lo mismo al día siguiente. Intentar no fallar más de 1 día seguido, es imprescindible para no tener la sensación de que se ha perdido todo el camino recorrido.

5. Ser paciente

Por supuesto, el hábito no se consigue fácilmente. Requiere tiempo y disciplina. Para ello hay que ser paciente y tener una meta de que se va a conseguir antes o después. Lo importante es tener en cuenta que sin esfuerzo no hay recompensa. La creación de hábitos es imprescindible para una buena forma de vida.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Una foto

Una foto no será capaz de reflejar la belleza con la que te ven mis ojos, la dulzura q transmites y ni siquiera esa personalidad q me asombra en muchos instantes. No hay ese olor, ni ese perfumé que llega tan profundo q me excita cada segundo.
Sólo recoge una imagen, una mirada q comparándola con la realidad se queda en nada. Un cuerpo vestido q hace feos al descubierto, una silueta sólo contemplada, pero con muchas curvas sin la ropa, sólo se perciben y se deducen cosas pero nada que ver con tenerte en mi piel y comer tu labios y tu boca.
No tienes rostro, sólo eres una imagen que forma parte de mi ilusión e imaginación para describirte así